15 años han transcurrido desde que Alejandro Montás recibió su título de Ingeniería Mecánica, y desde entonces, ha explorado numerosas oportunidades para alcanzar su máximo potencial en el ámbito laboral. Con una carrera en constante evolución, ha demostrado que ser dominicano no es una limitante para triunfar en proyectos petroleros a nivel internacional.
Pasión por la ingeniería desde antes de ingresar al INTEC
Creció en una familia de ingenieros. Su padre, ingeniero electromecánico; sus tíos, ingenieros civiles, eléctricos y mecánicos. Desde temprana edad la ingeniería formaba parte de su vida y, a través del ejemplo, se fomentaba ese deseo por alguna rama de ella. “Nunca me vi en otro renglón y no me veo haciendo otra cosa”, afirmó.
Al momento de elegir la carrera en el año 2003, deslumbrado por el prestigio del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y la fortaleza de la institución en las ingenierías, elige Ingeniería Mecánica. “Por reputación, en términos académicos, INTEC era el líder en ese momento y, entiendo que lo sigue siendo. Fue una opción, hasta cierto punto, fácil de tomar”, expresó.
Cuando comenzó a cursar las asignaturas del ciclo profesional, confirmó su vocación y se seguía enamorando aún más de su carrera. Las asignaturas Ciclo Térmico, Mecanismos y Vibraciones, dejaron huellas tan grandes, que influenciaron profundamente en qué se iba a dedicar en su vida profesional más adelante. “Vibraciones tuvo un impacto tan grande en mí, que es a lo que yo me dedico hoy en día, 15 años después. Hace pocos meses obtuve el nivel más alto de vibraciones, que es el nivel 4 y es lo mismo, desde María Penkova enseñándome las ecuaciones básicas, hasta donde estoy ahora”, destacó.
Un diseño curricular integral y completo, más una disciplina de trabajo que posteriormente lo iba a preparar para el mercado laboral, buscando siempre la excelencia. “Uso todas las materias que me han enseñado, para los estudiantes que creen que las ecuaciones no se vuelven a usar, lamentablemente sí, no he parado de usarlas. Todo lo que aprendí del Ciclo Térmico y Vibraciones, lo uso a diario”, puntualizó.
La disciplina de trabajo en INTEC lo preparó para el mercado laboral
Desde antes que llegara la ceremonia de graduación ya estaba trabajando en su carrera en zona franca, en la Farmacéutica Hospira, donde adquirió su primera experiencia laboral. Luego pasa a Falconbridge Dominicana (Falcondo), la empresa que considera su primera maestría. “Fue una experiencia majestuosa, la mejor experiencia laboral que yo he tenido”, festejó.
Desafortunadamente en el año 2008 la crisis económica hace que la planta cierre y en conjunto con más de 1000 empleados, tienen que abandonar la compañía. Gracias a la capacidad académica que obtuvo del INTEC y la experiencia laboral adquirida, consigue inmediatamente una oferta para trabajar en plantas y terminales de gas.
A mediados del 2010 la economía vuelve y se fortalece. Falcondo empieza la planificación para restablecer sus operaciones y lo contactan. “Yo seguí preparándome académicamente. Ya era nivel 2 en análisis de vibraciones y Falcondo me ofrece una posición a nivel senior. Para mí fue muy gratificante a nivel profesional”, contó.
Califica esta etapa de su vida laboral como una experiencia única, de una vez en la vida. Muy pocos ingenieros tienen la oportunidad de reestablecer una planta desde cero, y esa era una experiencia que él quería. “Controlando mis emociones, pero por dentro yo estaba bailando”, celebró.
Una llamada que le abrió las puertas para ejercer su pasión por el mundo
A finales del 2011 recibe una llamada de un número extranjero. Cuando escucha un acento británico, se muestra escéptico y piensa que es una broma de sus compañeros. Lo que menos se imaginaba era que esa “broma” se convertiría en una entrevista técnica que le permitiría moverse, de la industria minera a la industria petrolera, y trasladarse de República Dominicana a Escocia.
Fue incorporado como North Tiger, calificativo de las personas que trabajan en el Mar del Norte, y así pasó 6 meses laborando en plataformas petroleras para diferentes empresas, ejerciendo como Asset Management & Performance and Condition Monitor.
Posteriormente, llega otra llamada y se le presenta la oportunidad de trabajar en el Medio Oriente. “Yo la verdad no estaba muy motivado, pero ellos me motivaron”, afirmó.
Actualmente es parte de un equipo multidisciplinario y multicultural en Dubai Petroleum. Se desempeña como Performance & Condition Monitoring Team Lead y es el responsable de todo el rendimiento, el mantenimiento basado en la condición y la confiabilidad de todos los equipos rotativos. Así como las Gestión de las actividades de monitoreo de condición, que incluyen análisis de vibración, acústica, termografía y análisis de aceite. Además, es miembro del equipo de gestión de incidentes de Dubai Petroleum and Dubai Supply Authority (DUSUP).
Al día, es el único dominicano trabajando en la industria petrolera local.
Alejandro Montás celebra 50 años de un legado que inspira y nos mueve al futuro
Al trasladarse por el campus del INTEC, con una mezcla de felicidad y melancolía, rememoraba todas las experiencias con sus maestros y compañeros, las largas horas de estudio y la disciplina de trabajo que lo preparó para las exigencias del mercado.
“Tengo envidia de la buena, muchas cosas han avanzado bastante”, destacó mientras contemplaba con ilusión la nueva infraestructura, equipos modernos, laboratorios más completos y todos los avances de su alma mater.
“Ser egresado del INTEC es un orgullo, cuando yo digo que vengo del Instituto Tecnológico de Santo Domingo, te miran diferente; inmediatamente, tienes un respeto asociado a la institución y eso vale mucho”, expresó con gran emoción.
Agregó: “INTEC ha evolucionado muchísimo de manera positiva. Eso me sigue agregando a mí, porque si INTEC sigue escalando, yo sigo escalando igual”.