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Nelson Hernández Triunfa En El Área De Psiquiatría En Los Estados Unidos


41 años han avanzado desde que Nelson inició su carrera de medicina en INTEC. Se fue de su país lleno de ilusiones y, aunque no fue fácil, hoy día es el jefe del Departamento de Psiquiatría de HCA Florida Woodmont Hospital, de la ciudad de Tamarac, Florida. Con una trayectoria fructífera, productiva y una humildad que siempre lo caracteriza.

INTEC: Una familia que le dio más que conocimiento

Desde pequeño quería ser médico, a los nueve años su madre le preguntó qué quería hacer cuando creciera, y su respuesta fue doctor en medicina. Consciente de que ayudar al ser humano en todo aspecto, era su propósito.

INTEC tenía pocos años de fundada, pero con pasos firmes. Ese compromiso con la excelencia académica le confirmó que era la academia donde debía estudiar. “INTEC tenía 11 años de formada cuando ingresé, pero estaba creciendo rápido, con muy buena reputación”, destacó.

Por recomendación del ingeniero y egresado Elvin García Gómez, rápidamente decide estudiar en INTEC y formar parte de la colmena. “Vine a la universidad, me familiaricé con el programa, el pensum; vi lo que me podía ofrecer y ahí decidí empezar mi carrera acá”, afirmó.

Mientras remembraba su tiempo en la universidad, recordaba con mucho entusiasmo sus rotaciones en las aulas de anatomía, la armonía entre los profesores y el personal de la facultad, cien por ciento dedicados a los alumnos. “El INTEC me cambió mucho en el aspecto psicosocial. Empecé a ver el mundo desde otra perspectiva, me dio confianza sobre mi persona y lo que quería hacer en el futuro”, señaló.

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Al graduarse de medicina, se va del país lleno de ilusiones, en el año 1989, al estado de Florida. Un camino lleno de obstáculos al empezar a hacer la reválida y trabajar al mismo tiempo para poder poner el plato en la mesa, pero esto no iba a ser impedimento para cumplir cada uno de sus sueños.

Luego de recibir el título de Educational Commission for Foreign Medical Graduates (ECFMG); institución que certifica los médicos extranjeros, se le presentó la oportunidad de realizar su entrenamiento como psiquiatra, del año 2002 al 2006, en el Hospital Metropolitano de la Ciudad de Nueva York, bajo el Colegio de Medicina de Nueva York.

Posteriormente, termina la residencia y se radica en el Oeste de la Florida, en Punta Gorda. De inmediato, comienza a trabajar en el Charlotte Medical Center como psiquiatra. Dos años después, evalúa pasar a la práctica privada y decide abrir su consultorio en Coral, donde en ese entonces no había ningún psiquiatra. “Ahí fuimos los primeros, el único psiquiatra en la ciudad, lo que inmediatamente despegó a pasos agigantados”, puntualizó.

Luego, decide transferir la práctica privada a un hospital para hacer solo trabajos de inpatient. “En ese trayecto me hacen director médico dos veces del Charlotte Medical Center, en la sucursal del pabellón psiquiátrico en River Side”, contó.

Fruto de todas las experiencias adquiridas y destacada trayectoria, se traslada, del Oeste de la Florida al Este de la ciudad de Tamarac, donde fue incorporado como director médico de una institución que se dedicaba a dosificar pacientes. Tal como le caracteriza su entrega y vocación de servicio, pasa a ser miembro de la Facultad de la Universidad de Nova con la finalidad de entrenar a los estudiantes, residentes y futuros psiquiatras de Kansas City Consortium, Palm Beach.

Siguió ejerciendo con pasión y entrega, hasta seguir escalando un peldaño más en su carrera profesional. “Hace varios meses me ofrecieron ser jefe del departamento de psiquiatría; con mucho honor, el acuerdo de mi esposa y mi familia, decidimos aceptar el cargo. Hoy día soy el jefe de psiquiatría del HCA Florida Woodmont Hospital”, celebró.

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Al recorrer las instalaciones del INTEC, con el rostro cargado de nostalgia, recordaba todas las experiencias vividas en la colmena, las extensas horas de estudio que dedicaba y la disciplina de trabajo que lo preparó para enfrentar las exigencias del mercado. “Recuerdo todo, fue una experiencia linda, hermosa, y siempre le comento a mi familia que estoy orgulloso de ser una abejita del INTEC”, destacó.

“Yo estoy asombrado del progreso del INTEC, a nivel de plantas físicas, edificios y la tecnología que tienen. El área de anatomía, el estudio de los cadáveres, los maniquís que tienen disponibles, son fundamentales para una mejor formación de los estudiantes de medicina. Estoy sorprendido de las certificaciones a nivel internacional; en aquel entonces las teníamos, pero ahora tenemos más. ¡Estoy muy contento de los planes futuristas que tiene la institución!”, festejó con mucho orgullo mientras contemplaba todos los avances de lo que fue su hogar académico.

Agregó: “El INTEC me formó de una manera completa, como médico y profesional, pero también como ciudadano, me hizo ser ético, responsable. Para mí es un orgullo ser egresado del INTEC, por eso estamos aquí. Es una sensación indescriptible, saber que el INTEC me formó, me educó y siempre me ha respaldado 100% en mis necesidades”.