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Ángela Nieto

Ángela es Ingeniera Industrial (Magna Cum Laude), graduada (matrícula 93).  Hizo un Postgrado en Gerencia de Calidad y Productividad en el INTEC y un MBA.  Adicionalmente ha realizado varios cursos y talleres enfocados en liderazgo, gestión de proyectos, agilismo e innovación, todos temas que le apasionan.  Actualmente es Vicepresidente Senior de Tecnología en el Banco BHD León.

Querida mí misma a los 22

“Querida mí misma a los 22”

Me pongo a pensar en todo lo que he vivido a lo largo de mis…Bueno, tampoco hay que entrar en detalles. En ese tiempo, he metido las patas. Sí, las dos que tengo. A veces la derecha, a veces la izquierda y en ocasiones las dos al mismo tiempo. 

No me gustaría volver el tiempo atrás. La verdad, no me arrepiento de nada; pero si pudiera me haría llegar una carta, a aquella carajita de 20 años que probablemente se creía que se iba a llevar el mundo por delante.  Creo que, si pudiera, sería algo así:

Querida mí misma:

A los 22 años pensabas que te lo sabías todo porque habías salido con buen índice de la universidad y habías hecho un posgrado justo después de graduarte. La verdad, mija, es que ¡¡no sabes nada!! Lo más gracioso de todo es que tampoco te lo sabes todo a los 30, ni a los 40. Dentro de algunos años te diré que sabes a los 50, pero mi instinto femenino, que a veces funciona, me dice que tampoco serás experta. Así que, APRENDE.

Aprende cada día, aprende de todos los que te rodean. No te preocupes por buscar cursos costosos, ni universidades de renombre ni buscar los artículos escritos por los grandes científicos. Aprende de los que realmente saben cómo hacer las cosas:

  • Aprende de tus hijos, que juegan con las cajas vacías, a disfrutar de las cosas simples.
  • Aprende de tus mascotas, que mueven la cola aun cuando les peleas, a amar sin condiciones.
  • Aprende de tus padres, que te trajeron hasta aquí, a dar lo mejor de ti mismo y a hacer lo mejor posible.
  • Aprende de tus hermanos, aunque a veces quieras matarlos, a burlarte de tus defectos.

ESCUCHA. Por ahí dicen que se debe escuchar más de lo que se habla. ¿Sabes qué? ¡Es verdad! Escucha siempre y tómate el tiempo de entender lo que escuchaste. Después de muchas palabras que no pude recoger y de muchos momentos en que no me mordí la lengua, aprendí a decir “Dame un minuto” antes de contestar para poder absorber todo antes de hablar.

HABLA. Es verdad que hay que escuchar más, pero también debes tener la seguridad de hacer que tu voz se escuche. Asegúrate de no enamorarte del sonido de tu voz. Si lo haces, caerás en la tentación de decir mucho y aportar poco y, peor aún, de hablar cuando no debes.

 

AGRADECE. Cuando te dan la oportunidad, cuando te promueven, cuando te suben el sueldo, cuando te reconocen. Puedes pensar que te lo has ganado, y en muchas ocasiones así será. También mucha gente alrededor tuyo se lo merece y en este momento tú lo recibiste, así que AGRADECE; incluso cuando te echen un boche. La realidad es que esos son los que te hacen aprender y te hacen crecer.

PERDONA Y PIDE PERDÓN. Si te hacen mal, perdona. No ganas nada guardando eso. Y si te equivocas, si eres injusta, pide perdón. Cuando lo hagas, hazlo de corazón y con verdadera intención de que las cosas sean diferentes desde ese momento en adelante.

LEE. Mucho e incluso aquellas cosas que van en contra de lo que piensas. Eso aplica para religión, cultura, deporte, tecnología, etc. Si estás de acuerdo, ¡maravilloso!; te servirá para reforzar tus ideas. Si no, abrirás la mente a nuevas perspectivas que te ayudarán a entender a los demás y hará que sea más fácil el siguiente punto.

RESPETA. ¡A todos! No importa profesión, creencia, género, preferencias, color, trabajo, posición. Todas las personas pueden enseñarte algo. Seguro que saben más que tú sobre muchos temas, así que, aunque no compartas sus opiniones, respeta lo que piensan y dicen.

DISFRUTA. Celebra cada pequeño avance. Juega. Sí, en el trabajo también. Podemos jugar y divertirnos. Un día de sombreros, un día de disfraces, una fiesta de fin de año o para celebrar la amistad, un karaoke. Usa tu imaginación y haz que tu día y el de quienes te rodean sea divertido.

Por último, pero súper importante, MANTÉN LOS PIES EN LA TIERRA. Todo es pasajero, no eres más que nadie, tampoco menos. Así que, si en un momento sientes que estás en tu mejor momento, no es verdad. Sigue esforzándote para hacerlo mejor. Si sientes que las cosas no pueden ir peor, tampoco es verdad. No te rindas; en algún momento van a mejorar.

Espero que me hagas caso y si no lo haces, tranquila. Cuando llegues a los 40, seguro que ya habrás aprendido de nuevo.