Nicole Pichardo es licenciada en Negocios Internacionales, Magna Cum Laude, egresada de la escuela de Negocios del INTEC, en la promoción 2015-2018. Actualmente es Community Manager y Content Creator en la agencia Canvas Design Media.
Cuando me di cuenta que en realidad la vida sí es más dura que INTEC
Mi vida universitaria fue una maravilla, me iba súper bien en la mayoría de mis clases, me encantaba mi carrera y formé amistades increíbles en las aulas. Tuve el privilegio de ser estudiante a tiempo completo durante la mayor parte de mi carrera, lo cual me permitió concentrarme en mis estudios; hasta el penúltimo trimestre cuando inicié una pasantía en el área de Logística de una agencia de Aduanas.
Estaba maravillada porque iba a laborar por primera vez en un área relacionada a mi carrera, y allá duré cuatro meses de pasante hasta que me ofrecieron un empleo a tiempo completo… En ese momento fue donde la piña se puso agria jajaja. La verdad es que admiro demasiado a los que estudian y trabajan simultáneamente, creo que en esos meses hasta bajé de peso, pero logré todo lo que me propuse, pues estaba muy enfocada en la meta, que era graduarme. Recuerdo que cuando salí del aula el día de mi última clase presencial, hasta las lágrimas se me salieron. Pensaba: ¡Wow! Ya salí de esto... Qué ingenua.
Mi manera de pensar y hasta mi salud emocional cambiaron mucho después de esa última clase; por ejemplo, me di cuenta que ese trabajo no me gustaba nada y que el área de logística no era lo mío, no podía visualizarme trabajando allí por mucho tiempo ni en un puesto superior al que tenía.
Seré honesta y contaré algo que muy pocos saben: el día antes de graduarme lloré mucho, aún no puedo definir el por qué, pero creo que la sensación de sentirme fracasada tenía mucho que ver. ‘’¿Estudié tanto tiempo para esto? ¿Cómo me voy sentir orgullosa de este logro si de 8AM a 5PM no hago nada de lo que me apasiona?” Sí, eso es lo que pasa cuando te gradúas con 20 años: te da una crisis existencial porque a esa edad aún no tienes el trabajo que te gusta.
Hoy lo veo todo con más claridad, pues la situación no era tan sencilla. Fue la primera vez en mi vida en la que no tenía idea de cuál era el próximo paso. Me explico: cuando estudias en el colegio, te concentras en pasar de curso y luego a la universidad. En la universidad, te enfocas en aprobar las materias y pasar al siguiente trimestre, lo cual te ayuda a sobrellevar la carga emocional de una materia que no te guste o de un profesor que te desagrade, pues siempre sabías que el próximo trimestre cambiaba el escenario. En la vida laboral, no es así. Yo estaba tratando de enviar mi CV a la mayor cantidad de empresas posibles, yendo a entrevistas y nada pasaba.
Un día me dió lo que yo asumo fue un ataque de ansiedad, y a partir de ello decidí que si de 8AM a 5PM no podía hacer algo que me gustase, las horas restantes del día las tenía que aprovechar al máximo. Me alisté en cursos gratuitos de temas que no se relacionaban con mi carrera, me esforcé más en conocer personas fuera de mi círculo, y hasta fundé un colectivo activista con una amiga y colega “inteciana”. Esa decisión me cambió para bien. Si bien es cierto que no andaba feliz y campante todo el tiempo, por lo menos ya sentía que estaba haciendo algo diferente.
Durante la universidad, escogí la concentración de Mercadeo, y tenía la curiosidad de trabajar en el área a ver qué tal me iba. Un día una amiga muy querida -”inteciana” también- me dijo que en su trabajo estaban buscando a alguien para que manejase redes sociales y generase contenido. Sin pensarlo mucho, y con nula experiencia, fui a la entrevista y terminé siendo contratada. Actualmente tengo 8 meses trabajando por primera vez en mi vida en el área creativa y me gusta.
Si llegaste hasta acá, leíste todo y te sientes identificado con esto, solo quiero que tengas pendiente tres cosas: no dejes de aprovechar una oportunidad porque no está relacionada a tu carrera, tu autoestima no debe depender de tu éxito profesional (aún estoy en el proceso de creerme esta) y tercero, la vida es más dura que INTEC, pero “aunque el barco está más seguro en el puerto, no fue construido para quedarse ahí”. Quizás no estés donde quisieras, pero tampoco estás donde empezaste. ¡No te rindas!