Francisco Báez Rosario, ejerciendo su vocación y dejando huellas a través de la poesía
Egresado Destacado del INTEC 2018
Egresado de Psicología
Frank Báez se embarcó en una travesía académica que lo llevó a descubrir su verdadera pasión y desafiar todas las expectativas. Su historia es un testimonio de valentía, autenticidad y la búsqueda incansable de la propia identidad.
Iniciando su viaje en la colmena
Recién graduado del colegio, Frank, apenas tuvo dos meses entre su graduación y el inicio de sus estudios en el INTEC. La propuesta única de la institución capturó su interés desde el principio, impulsado por la curiosidad y la oportunidad de ganar tiempo en su camino académico.
“Yo decidí estudiar en INTEC, porque era una universidad que no se perdía el tiempo, y a mí me interesaba muchísimo eso porque yo quería entrar en el mundo laboral lo antes posible. Sin embargo, cuando entré a la universidad me di cuenta que a medida que iba avanzando me pasaba lo contrario, quería quedarme mucho más tiempo en la universidad”, afirmó.
Comenzó su viaje en la colmena con la firme convicción de que la ingeniería de sistemas era el camino del futuro. Como muchos otros, se sumergió en los complejos códigos y algoritmos de la carrera de Ingeniería de Sistemas.
El INTEC se volvió su segunda casa
Los estantes de libros y publicaciones de la biblioteca, se convirtieron en el refugio intelectual de Frank. Cada página le brindó la oportunidad de expandir sus horizontes y nutrir una pasión por la escritura que desconocía.
"La universidad se convirtió como una especie de segunda casa, tanto por los compañeros, por las clases, pero también por la biblioteca, que se volvió un refugio para mí. La cantidad de libros y publicaciones que había allá sirvieron mucho en mi formación como escritor y como persona", destacó.
Las actividades extracurriculares jugaron un papel crucial en la vida universitaria de Frank. Donde formó parte del círculo literario de INTEC, un espacio para compartir su amor por las letras y conectar con mentes creativas. Además, su participación en el grupo de teatro amplió aún más su experiencia universitaria.
De las máquinas a la mente humana
A medida que avanzaba, una voz interna le susurraba que su destino estaba en otro lugar. Después de dos años de carrera, Frank, tomó la audaz decisión de seguir su corazón y cambiar de rumbo. Se dio cuenta de que su verdadero interés estaba en un campo completamente diferente.
Fue entonces cuando Frank decidió dar un giro de 180 grados y se trasladó a la carrera de Psicología. Su transición de las máquinas a la mente humana trazó un camino único, impulsado por una búsqueda más humana y una fascinación por entender al prójimo.
“La psicología viene leyendo a Freud, a los escritores del psicoanálisis, a todos los psicoanalistas. A mí me llamaba muchísimo la atención la mente humana, de entender cómo funcionaba. Entonces yo venía de ese mundo de las computadoras, en que tú entiendes cómo funciona una máquina y yo me di cuenta que realmente lo que me interesaba era entender la mente humana", contó.
Aquí encontró no solo una nueva disciplina académica, sino también un cambio en el entorno social. La psicología, a diferencia de la ingeniería de sistemas, estaba poblada principalmente por mujeres y esta transición le ofreció una perspectiva diferente de estudio.
Descubriendo su verdadera pasión
Estudiar psicología en el INTEC se convirtió en una experiencia única para Frank y estaba rodeado de una red de compañeras de clase que compartían su misma pasión. En un grupo inicial de tres varones y 120 chicas, se destacaba como una voz única y valiosa.
La interacción con este grupo diverso de mujeres no solo le proporcionó una perspectiva más amplia sobre la psicología, sino que también le brindó la oportunidad de aprender de mujeres feministas apasionadas.
"Sólo éramos tres varones con 120 chicas. Fue una experiencia súper interesante y a mí me gusta mucho reivindicarlo también por eso, porque fue estudiar la carrera y también un poco ese tipo de interacción con un grupo de chicas feministas interesantísimas, todas de las que yo aprendí muchísimo", expresó.
El círculo literario del INTEC: Un viaje transformador en la vida de Frank
Para Báez, el mundo de las letras siempre fue un rincón privado, un espacio íntimo donde podía expresar sus palabras. Sin embargo, todo cambió cuando dio el paso crucial de unirse al Círculo Literario de INTEC, dirigido por la profesora Ida Hernández Caamaño.
Para Frank ingresar a este círculo literario fue como abrir una puerta a un universo completamente nuevo. Se encontró en un entorno en el que jóvenes creativos compartían sus experiencias literarias.
El taller se convirtió en un espacio de intercambio y exploración. Los participantes leían y discutían obras, compartían sus propios escritos y recibían valiosos comentarios tanto del grupo como de la experimentada profesora. Esta interacción marcó un hito significativo en la vida de Frank. Por primera vez, Frank tuvo la oportunidad de presentar sus trabajos, recibir críticas constructivas y aprender de sus pares y mentora, experiencia que califica como liberadora.
“Yo era muy tímido con todo lo que escribía, con las lecturas y eso, y era algo como muy personal. Para mí fue muy importante porque fue la primera vez que interactuaba y hacía este tipo de talleres, de lecturas con grupos, y gran parte de mi vida me he dedicado también a las clases de literatura y talleres de escritura creativa", puntualizó.
Frank reconoce la importancia de esta interacción en su desarrollo personal y profesional, porque cada una de estas compañeras de clase le ofreció una visión única del mundo, enriqueciendo su educación de maneras que nunca imaginó.
De la Colmena al mundo laboral
Se graduó en 1996 y continuó su formación con una Maestría en Investigación Social en Estados Unidos. Este período académico le proporcionó valiosas herramientas para entender la complejidad de la sociedad.
A medida que avanzaba en su carrera, su enfoque siguió evolucionando gracias a la escritura periodística. Se convirtió en su medio para expresar, analizar y comprender el mundo que lo rodea.
Con cada giro y cambio en su carrera, Frank, se ha dedicado a seguir su corazón y ha logrado fusionar su amor por la literatura con su vida profesional. Actualmente, se encuentra inmerso en el mundo de la escritura, una dedicación que ha sido su anhelo desde siempre.
Actualmente, es editor de la revista Global y coeditor de la revista de poesía Ping Pong que surgió con el propósito de ser un espacio, una plataforma para dar a conocer la obra de los diversos autores emergentes en República Dominicana. Fundador y miembro del proyecto de spoken word El Hombrecito. Su más reciente poemario se titula ¨Este es el futuro que estabas esperando¨ y fue publicado en la prestigiosa editorial Seix Barral.
Entre sus obras se encuentran, libros:
- 2004: Jarrón y otros poemas. Madrid: Betania, 2004.
- 2007: Págales tú a los psicoanalistas (For the psychoanalysts, you pick up the tab!). Santo Domingo: Ferilibro, 2007. (ganó el Premio Internacional de Cuento Joven de la Feria Internacional del Libro)
- 2009: Postales.
- 2012: En Rosario no se baila cumbia.
- 2013: En Granada no duerme nadie, 2013.
- 2014: Last night I dreamt I was a DJ (Anoche soñé que era un DJ). Traducido por P. Scott Cunningham y Hoyt Rogers. Estados Unidos: Jai-Alai Books, 2014.
- 2016: La trilogía de los festivales.
- 2017: Llegó el fin del mundo a mi barrio.
- 2017: Lo que trajo el mar.
- 2017: Este es el futuro que estabas esperando.
Álbumes:
- La última vuelta.
- Llegó el hombrecito (The hombrecito has arrived).
- La última vuelta en vivo en el Palacio de Bellas Artes.
Premios
- Premio Internacional de Cuento Joven de la Feria Internacional del Libro 2007
- Premio Nacional de Poesía Salomé Ureña 2009
Un testimonio inspirador
La historia de Frank Baez es un testimonio inspirador de cómo seguir la pasión puede llevar a una vida plena y satisfactoria. Su travesía desde la psicología hasta las letras demuestra que, a veces, el camino menos convencional es el que nos lleva a la realización más profunda. Frank, ha encontrado su vocación en las palabras, y su historia sigue siendo un recordatorio de que perseguir los sueños con determinación puede llevar a una vida verdaderamente significativa.
Las aulas del INTEC se convirtieron en una travesía de autodescubrimiento y crecimiento personal. La Colmena no solo moldeó su carrera, sino que también dejó una huella imborrable en la manera en que ve el mundo y en cómo abraza la diversidad.
Hoy, desde su posición como escritor dedicado, Frank Báez reflexiona con gratitud sobre los cimientos que el INTEC le proporcionó.